Grillo y Caballo

El caballo montó al grillo en su lomo crudo y salieron a cabalgar.

Apenas aclaraba la mañana. A Grillo se le despeinaban las antenas al tiempo que recogía en ellas la información más nueva y más fresca de sus escasos años en la tierra.

Era un verdor en todas las gradaciones y miles de gotas de agua resbalaban amplificando como lupas las membranas de plantas aún perezosas de sueño.

Este grillo venía sonriendo. Este caballo venía galopando con fuerza.

Tierra los mimaba, dejándoles andar en su mundo, sintiendo los cascos de hueso de su caballo hijo, el peso que ponía sobre éste, el pequeño curioso grillo.

Placer.

Buenos días amor de verano, estridente divina luz.

~ por Finn en 2010/06/30.

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